El plan de pago por uso de autovías en España será una realidad en 2024, según las últimas confirmaciones del Gobierno.
Teniendo en cuenta la nueva liberalización de peajes (como ya ha pasado con la AP-7 y AP-2), este plan pretende llevar a cabo una recaudación constante para conservar correctamente la red de carreteras española.
Pero, ¿qué sabemos realmente del pago por uso? ¿Cómo nos va a afectar como conductores? Por ahora, sabemos que el Gobierno quiere implantarlo tanto como forma de recaudación, como hemos dicho antes, como forma de concienciación de cuidado del medio ambiente: el transporte por carretera en nuestro país es el responsable de casi un tercio de las emisiones contaminantes.
Desde hoy a 2024, el plan irá actualizándose. Por eso, vamos a recopilar aquí las últimas noticias sobre el mismo.
Última actualización: 27 de Octubre de 2023
Aunque el Gobierno desveló su plan futuro de pago en autovías el pasado mes de mayo, la idea es implantarlo a principios de 2024.Empezaría extendiéndose a 12.000 Km de autovías y autopistas por toda España y, más adelante, podrían sumarse otros 14.000 Km de carreteras nacionales de un solo carril.
Aún así, hasta que el plan de pago por uso no sea público y esté estructurado, no podremos saber con certeza sus características. Además, teniendo en cuenta el rechazo masivo que ha tenido por parte de partidos políticos y gobiernos regionales, asociaciones de automovilistas y de consumidores, y transportistas, todo puede variar de aquí a 2024.
En un primer momento, como hemos mencionado más arriba, la idea del Gobierno es implantar el plan en 12.000 kilómetros de autovías y autopistas por todo el territorio español, lo que dejaría bastante infraestructura nacional libre de peajes.
Sin embargo, y si todo va según lo planeado, podría haber una segunda fase del plan en el que 14.000 kilómetros de carreteras nacionales, de un solo carril, se convertirían también en carreteras de peaje.
Hay muchas dudas respecto a qué ocurriría con las carreteras de titularidad autonómica, o las que dependen de diputaciones. Este tipo de vías podrían estar exentas del nuevo impuesto si el organismo competente no quisiera cobrarlo, dándose el caso de que algunas Comunidades Autónomas cobrasen el peaje, y otras no.
Sabiendo que la población rechazará de manera instintiva el nuevo plan de peajes, el Gobierno ha asegurado que los precios del uso de autovías serán completamente asequibles, y en ocasiones se ha referido a estos precios como ‘’simbólicos’’. Sin embargo, todavía no se ha puesto por escrito un precio orientativo, aunque todo apunta a que sea unas diez veces inferior al precio actual de las autopistas de peaje.
En teoría, este precio ‘’simbólico’’ tiene el objetivo de repercutir para bien en el déficit actual de conservación y mantenimiento de las carreteras.
En 2018, SEOPAN, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, ya propuso al Gobierno establecer un precio de 3 céntimos/kilómetro para vehículos ligeros, y de 14 céntimos para vehículos pesados. Otras estimaciones del sector de infraestructuras automovilísticas hablan de 3 a 5 céntimos por kilómetro, y el Gobierno ha llegado a sondear incluso un precio de 1 céntimo/Km.
A día de hoy sólo podemos guiarnos por estas estimaciones, pero tendremos que esperar un tiempo hasta conocer la propuesta definitiva.
Pepe Navarro, director general de Tráfico, ya puso algunos ejemplos sobre qué tipo de usuarios y en qué situaciones quedarían exentos del pago por utilizar las carreteras públicas.
Entre estos usuarios que no tendrían por qué pagar, están los que necesitan desplazarse por estas carreteras para ir al trabajo, además de los estudiantes que se desplazan en coche hasta su centro de estudios. Y, por supuesto, las personas que hagan desplazamientos por motivos médicos.
Habrá muchas más excepciones, pero todavía no sabemos cómo se diferenciarán los usuarios, los permisos que habrá que pedir, etc.
Actualmente, fijándonos en los medios de pago de autovías instaurados en el resto de Europa, existen dos modelos distintos:
el usuario adquiere un dispositivo de telepeaje que instala fácilmente en su coche. Al llegar a un peaje, pasa por el carril ViaT y atraviesa la barrera sin detenerse. El precio del peaje se carga automáticamente en la cuenta bancaria del usuario, y éste se olvida de pagar en físico y de hacer colas. Al haber tantos tramos de peaje según el plan de pago por uso, lo más probable es que la mayoría de carriles sean Via-T, para agilizar el movimiento por carretera. Para más información sobre este modelo de pago, consulta nuestro dispositivo ViaT.
consiste en instalar pórticos de detección electrónica cada 50Km en las autovías de peaje que leen la información enviada por unos transportadores instalados en los vehículos cada vez que los usuarios los cruzan. El pago del peaje se carga automáticamente, pero este método no se considera pago por uso porque se paga el mismo precio por tiempo sin contar los kilómetros que se recorran.